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LUCENS® Barcelona & SAVECO
En Joyería LUCENS® Barcelona la calidad está por encima de todo, por ese motivo todas nuestras joyas son analizadas minuciosamente por un laboratorio de contraste externo autorizado, garantizando que nuestras joyas están compuestas íntegramente por materiales nobles de primera ley.
SAVECO se trata del primer laboratorio de análisis y contraste autorizado en Andalucía. Desde 1988 presta servicios de análisis y contraste de objetos de joyería como laboratorio autorizado.
Dispone de unas instalaciones con la última tecnología, además de la acreditación ENAC, siendo referente de profesionalidad y confianza.
Con un equipo de expertos químicos analistas y contrastadores que sellan una a una de manera artesanal cada una de las joyas LUCENS® Barcelona.
Exige que tus joyas estén siempre certificadas, tanto si la compra la realizas a través de internet como en una tienda física. Además de cumplir con la ley, tendrás la tranquilidad de que tu joya está realizada con el material indicado en el sello de contraste.
Ley de metales preciosos
La Ley 17/1985 sobre objetos fabricados con metales preciosos, así como el R.D 197/1988 donde se desarrolla su reglamento, establece los criterios y/o requisitos de fabricación y comercialización de estos objetos.
Las leyes reconocidas en nuestra legislación son las siguientes:
- Oro: 999, 916, 750 (1ª Ley), 585 (2ª Ley), 375 (3ª Ley)
- Plata: 925 (1ª Ley), 800 (2ª Ley)
- Platino: 950 (1ª Ley)
Los números marcados en negrita corresponden con las calidad con las que trabajamos en Joyería LUCENS® Barcelona, solamente esculpimos joyas realizadas con materiales de primera ley.
El oro puro o 999 es el que utilizamos para nuestras aleaciones, ya que siempre es necesario utilizar 3/4 partes de oro fino por 1/4 parte de otros metales que le aporten consistencia y durabilidad a la joya.
Para comercializar una joya a nivel nacional, todos los objetos de joyería han de llevar dos sellos, uno que corresponde a la ley de garantía comentada anteriormente y otro sello que identifica al fabricante. La ausencia de uno o ambos sellos convierten las joyas en fraudulentas y el comercializador puede ser sancionado gravemente.